Hoy no quiero cantarte mis metáforas
Se me antojan patéticas
Repletas de caries y arrugadas
No quiero que escuches mi poética
Es sólo un discurso
Y fue concebido en el silencio del cómplice
En la soledad del descomprometido
Lejos de la belleza de un corazón que late
De dos pulmones que inhalan y exhalan
De un hígado que se estruja con cada desengaño
Hoy no quiero que me veas
Como ese poeta encerrado tras los barrotes de una pose
Deseo que mires a un hombre
Que dejó de contemplarse el ombligo
Que levantó la vista
Que se abrió el alma
Que conoció a un niño
Huerfano de un padre vivo
Que vive
En alguna parte del país
Criado por una madre
Que es madre
En alguna parte de su ser
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