Me muevo al margen...

Aquí, en el margen, en el margen del canon, no hay reglas que cumplir, ni jueces que complacer, ni halagos que buscar, ni aplausos que dar con el hígado irritado...aquí, en el margen, en el margen del canon, sólo puedo hacer lo que me da la gana...

domingo, 31 de julio de 2016

TU, LA MERLUZA

Nunca hubo origen. Tú siempre fuiste el pez sin pan de los encomios, aquel que responde con himnos el llamado del profeta. Eres amigo de la aurora y mal vecino del  engaño. En tu presencia tiritan las quijadas dinosaurias, temen el fulgor del asteroide y construyen la tenebrosa muralla. Sin embargo, no hay dique que frene tu río. Más les valdría ataviarse de escamas y remontar a nado el piélago.
Tú, mujer de la palabra, eres la merluza de escamas y pétalos; la que no mordió el anzuelo de jade y artificios. Tus aletas, las gasas de anhelos turquesas, vencen al hipocampo abusivo y de sombra corsaria. Cuando el negro caballo de mar afrenta la playa, merluza maravillosa, saltas el broquel de medusas y conquistas la espuma y los vientos.
El viento caribe, tu aliado indiscutible, resiste los belfos y las patrañas; le basta un soplo y viene el adiós de los cupones y las ofertas. La rauda vela de mi nave se infla en oriente y el horizonte se acerca a la proa. Viajo con los himnos que te he aprendido, y con las ganas de alcanzar el puerto donde aguarda el profeta. Y eres tú quien marca la ruta. 
Un atolón de óxidos quebranta la ruta ¿Puede la herrumbre pervertir el topacio? Los  nubarrones de polvo ferroso lo pretenden. Y el chubasco reta al valiente y tus saltos alcanzan el nimbo y tu espada hiere la pared y la vela rauda atraviesa la distancia. La voz regurgita la traición. Un mástil rompió el himen y danza preñado un horizonte.
Y en el mar florecieron las horas y tu cola fracturó un continente. Un perfil de manchas acostumbra acosarte, las barracudas homicidas escoltan al corcel marino de las vejaciones. Pero eso te tiene sin cuidado. Lo tuyo es volar sobre la espuma y escribir un verso, el verso, en el añil del océano. ¡Oh cangrejo dónde tu victoria!
La búsqueda de la voz es la consigna. Y tres de tus aletas señalan la ruta y con cuatro escamas tuyas se construye un puerto y cinco aletazos rompen las redes. ¡La voz de las búsquedas salió de la gruta! Y vuela sobre las olas y va más allá de la costa y la constancia es su signo. Esta voz no es intento frívolo. Es anuncio y es profecía. Consagración de verbo y vino. Breve melodía de las sugerencias. Es la voz que tu liberaste.
Un verbo nos fue anunciado. Esa palabra ya viene. Ya fue encontrada y cabalga sobre tus lomos. La profecía brotó de los salitres.