Me muevo al margen...

Aquí, en el margen, en el margen del canon, no hay reglas que cumplir, ni jueces que complacer, ni halagos que buscar, ni aplausos que dar con el hígado irritado...aquí, en el margen, en el margen del canon, sólo puedo hacer lo que me da la gana...

domingo, 26 de julio de 2015

HOY NO TENGO MUCHAS GANAS DE RENDIRME

           
Hoy, cuando los números cuentan tanto y las letras piensan poco, me percato del infinito que separa lo que soy de lo que no seré. Hoy las tildes han de caer en las sílabas precisas y he de pescar doradas comillas y encerraré las víboras entre dos paréntesis y adornaré mi delantal con signos de admiración. Hoy mis voces besarán los signos de interrogación y no me preocuparé, mucho, por las respuestas. Hoy celebraré el plasma de talismán vertido por los héroes.
            Hoy, aunque las vigas anuncian su derrota y fanfarronean con hacer añicos las aventuras, detendré el paso de las once sanguijuelas que consumen los años. Hoy, aunque el ocaso termine con agua hasta la cadera, veré que estallen los colores en el prado y que la brisa dance con el canto de la abeja. Hoy, aunque el abandono se alista a pedir audiencia, silbaré una sonrisa.
            Hoy se quebrará la cruz con una mirada de sol. Hoy no habrá rifa de ropajes. Hoy la luna danzará sin eclipses. Hoy no habrá estrella oculta. Hoy el valle de las lágrimas será la pradera de las espigas. Hoy no habrá ayuno involuntario. Hoy el corazón traspasado por fin exiliará a los puñales. Hoy no habrá hierro bermellón. Hoy es el día. Hoy, con un guión en el alma, pondré un punto final al capítulo de las esperas. Hoy al mediodía saldré a caminar. Aunque sea cuesta arriba.

domingo, 19 de julio de 2015

OJALÁ ENTIENDAS

Lo que más extraño es tu boca de labios estirados cual leona en celo y la inclinación de tu pelvis a punto de recibirme. Pero nos alejamos, me alejé, te alejaste o más bien, un sedán me alejó de ti. La velocidad siempre es un inconveniente y más cuando la impunidad señorea.
            Todavía hoy me afano por el retorno y aunque resisto la separación, sólo puedo adivinarte.
            Adivino que te encuentras detrás de ese terroso muro y que incluso mis huellas dactilares no se borran de tu cuerpo. Y así como te adivino espero entiendas que no he dejado de sentirte. Me ahoga pensar que no logres entenderme.
            ¿Entenderás cuando te digo que el día que te conocí tropecé con tu aliento como aquel que halló entre las dunas una orquídea naranja? ¿Entenderás que hoy necesito, más que nunca, me prestes cincuenta de tus bueyes que arranquen sonrisas a mi huerto? ¿Me entenderás?
            No vayas a creer que estoy borracho; aún aquí las palabras se me atropellan cuando quiero decirte que te amo. Espero entiendas que la lejanía estorba, que no poder compartir tu mismo espacio me atormenta y que no ser de tu misma sustancia es un vértigo eterno.

            Espero entiendas que los seis pies de tierra y la grama que me cubren te obligan a agudizar el oído y a prestarme más atención. Escúchame y escúchame bien. ¿Puedes entenderme?

domingo, 5 de julio de 2015

PELIGRO: NIÑO BUSCANDO VER TELEVISIÓN

Mamá, ¿puedo ver televisión? ¿Por qué no? Te juro que no voy a ponerme a pelear con el perro. Lo que pasó ayer es que apareció ese señor gritando desde una rama y golpeándose el pecho; después un elefante grandote que aplastaba todo, y el señor ese comenzó a correr descalzo y en vestido de baño y se puso a pelear con un león, y como Barrabás estaba echado en la alfombra, me puse a jugar con él y se cayó la lámpara. Te juro que no lo vuelvo a hacer...
            Viste mamá, sólo un ratito. ¡Háyala vida!, Viste cómo tú eres. Bueno, si no puedo ver televisión ¿puedo salir a jugar? Yo no tengo tarea, en serio, la maestra no dejó nada que hacer, ¿el cuaderno? ¿Cuál cuaderno? ¿Todos los cuadernos? ¡Háyala peste! ¡Ayayay! Ya voy, ya voy... Ya hice la tarea, ¿puedo prender la tele? ¡A no!, Eso no es justo, ahora me va a mandar a la tienda. ¿Qué si quiero un qué…? ¿Qué es lo que me dijo que tengo que comprar?...
            Aquí esta el mandado, ¿puedo salir a jugar? Sí, voy a tener cuidado con los carros, y no voy a pelear con los otros niños, te lo juro mami... ¡Ayayayay! Yo no estaba peleando, es que así jugamos nosotros, ¡ayayay! Eso duele. En serio que no estaba peleando, no ve que el sábado mi papá estaba viendo el boxeo y como hubo nocaut, tenía que tumbarlo. Pregúntele a Rafi... ¡Ah! Vio que nada más era un juego. ¿Puedo prender la tele? ¿Bañarme? ¡Ah no!, Fue la ropa la que se ensució, no yo. ¿Que si no me baño, me baña abue? Chuleta, lo que hay que hacer en esta casa...

               Listo. Si me limpié detrás de las orejas, también el cuello, esa parte también. ¿Para ver? ¿Qué le pasa?... ¿Ya puedo prender la tele? Apúrese, mamá, antes que vengan las noticias.