Me muevo al margen...

Aquí, en el margen, en el margen del canon, no hay reglas que cumplir, ni jueces que complacer, ni halagos que buscar, ni aplausos que dar con el hígado irritado...aquí, en el margen, en el margen del canon, sólo puedo hacer lo que me da la gana...

domingo, 30 de diciembre de 2012

Me gustas




Me gustas

Me gusta verte

Y más me gusta desnudarte



Es lindo ver

La mariposa de tu sonrisa

Y la sonrisa de tu mariposa

En el prado de tu rostro

Anunciando que nuestros cuerpos

Se buscan



Es bello oler

Los colores de tu aliento

Mientras

Inundas mis sudores



Pero sobre todo



Es tierno sentir

El cincel  de tu mirada

Dibujar 

Una mariposa en mis labios
Cuando mis manos rompen 
El pudor de tu piel

domingo, 23 de diciembre de 2012

Jaguar de mis sábanas



Jaguar de mis sábanas
Patrullero de mi jungla

Asaltas mis cimas
Mis senos
Mis simas

Jaguar de mis sábanas
Patrullero de mi jungla
Tu piel de pecas
Destella en la mía

sábado, 15 de diciembre de 2012

¿Dónde?

¿Dónde hallaré el lucero
Que espante las sombras de mi vientre vacío?
-¿Dónde mi horizonte?-

¿Qué hay de los montes que rompen el cielo?
-¿Qué del valle de mi manantial?-

¿Cuándo el viento inflamará mis velas?
-¿Cuándo alcanzaré puerto?-

¿Quién sembrará mi huerto ?
-¿A quién cosechará ?-

¿Y la respuesta?
-¿En un abrazo ?-

sábado, 8 de diciembre de 2012

EL SUSTO DE LA MUÑECA DE TUSA DE MAÍZ



Condescendencia

Martita es una niña de cuatro años, a quien su madre le regaló una muñeca hecha con una tusa de maíz. Era una tusa dura y seca, blanqueada con cloro y jabón, vestida con retazos de una vieja camisa. Los ojos y la boca estaban dibujados con el color que encontraron en el fondo de un galón de pintura abandonado.
Como las dos vivían solas, Martita acompañaba a su madre cuando esta salía a planchar en casa ajena. Pero nunca salía sin su muñeca. La quería mucho, aunque ya su traje rosado se estaba poniendo blanco y casi tenía borrados los ojos y la boca.
Un día fueron a una casa donde los dueños encendieron el televisor para que ambas se entretuvieran; mientras la madre planchaba, Martita quedó embelesada hasta con los comerciales. Algo peor le pasó a la muñeca hecha con una tusa de maíz.
La muñeca vio las propagandas de cremas humectantes para la piel y sintió su cuerpo más áspero que nunca; vio los anuncios de maquillajes y se pensó muy fea y ridícula; lo peor fue cuando vio el comercial de Barby al lado de Kent; entonces se sintió áspera, fea y sola.
Y como si no fuera suficiente, Martita le preguntó a su mamá: Mami ¿Cuando me compras una Barby? Todos los abismos del mundo se abrieron y el aire se le hizo irrespirable a la muñeca de tusa de maíz; su traje se arrugó de pura pena.
-Dime, mami-insistió Martita. La madre, luego de un suspiro le contestó:
-Mi amor, yo te quiero tanto que te regale una muñeca de tusa de maíz para que te haga cosquillas cuando tu la abraces y a ti te gusta reír ¿verdad?".
-Sí mami-concluyó Martita. El aire volvió a ser respirable para la muñeca de tusa de maíz y sintió vergüenza por haber arrugado el traje que aún tiene algo de rosado.

domingo, 2 de diciembre de 2012

¿Acaso algún día tocaré el cielo?



Las montañas del cielo
 
¿Acaso algún día tocaré el cielo?
Y si lo hago
¿Qué parte de su cuerpo será?
¿Sus manos?
¿Sus senos?

¿Acaso veré sus ojos?
¿De qué color serán?
¿Celestes como su piel?

Algún día abrazaré
La cintura del cielo