Me muevo al margen...

Aquí, en el margen, en el margen del canon, no hay reglas que cumplir, ni jueces que complacer, ni halagos que buscar, ni aplausos que dar con el hígado irritado...aquí, en el margen, en el margen del canon, sólo puedo hacer lo que me da la gana...

sábado, 9 de junio de 2012

ARAR


Tras las rejas
Ningún fracaso es tan grande como romper el mar con la hoja de un arado. En el desierto quedan los surcos, entre las piedras se afila el metal y entre las espinas se arranca la mala hierba. Pero en el océano se oxida la herramienta… Panchito se ahogó intentándolo. Bueno, en realidad era yo quien lo pretendía, él sólo dejó que le unciera el arado. Su pecho pudo vencer las primeras, las segundas y hasta las terceras olas pero al final el peso del arado lo arrastro al fondo del piélago. ¡Que burro más fiel era Panchito!

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