¡QUÉ COMPLICADO ES EL AMOR BREVE!
¡Que complicado es el amor breve! No
permite que el sabor de los besos se añeje en los labios y que las pieles se
reconozcan a fuerza de contacto. No permite que las miradas se sumerjan hasta
tocar los valles y que las sonrisas anuncien las gratas esperas. No permite
irritarse y que el enojo fallezca como aguacero.
¡Qué complicado es el amor breve!
Tanto como construir un dolor o correr a los brazos del miedo. Peor que abrazar
la cintura del mar o caminar descalzo sobre la brisa. Es cosa de ventanas
cerradas o fuga de estrella interrumpida o degustación de arena huraña.
¡Qué complicado es el amor breve! No
deja espacio para que un hombre pida a una mujer que despida los silencios con
el susurro nacido de sus cabellos, de su boca, de su cutis, en las noches sin
luna. No deja que se escuchen los versos de los dedos arando la piel o las
sinfonías de los poros estallando.
¡Qué complicado es el amor breve!
Sin hogar de pocos trastos y muchas conversas. Sin ollas preocupadas por tener
algo de arroz para las visitas. Sin mecedoras cálidas que acojan a quien merece
descanso. Sin camas cómplices a la hora de la hora de nuestra vida amén.
El amor breve es tan complicado,
basta un descuido y fallece marchito. El amor breve es tan complicado como
volar con las alas de Ícaro, acercarse al sol y pretender sobrevivir.
Hermoso profesor, mis respetos vivida inspiración.
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