Me muevo al margen...

Aquí, en el margen, en el margen del canon, no hay reglas que cumplir, ni jueces que complacer, ni halagos que buscar, ni aplausos que dar con el hígado irritado...aquí, en el margen, en el margen del canon, sólo puedo hacer lo que me da la gana...

domingo, 15 de mayo de 2016

INTERROGACIONES

¿Habrá algo que le importe al poeta? ¿Habrá algo? 
            ¿Le importará que los pobres ya no existan pues ya no los cuentan en los censos? ¿Que los niños sean desechos industriales? ¿Que ser joven es un evento peligroso? ¿Que llegar a viejo parece un castigo? ¿Le importará que una mujer, por el mismo salario, sea secretaria, ama de casa y meretriz?
¿Le importará que el horizonte se convirtiera en el club exclusivo de los incluidos y que el suelo es la única cofradía que incluye a los excluidos? ¿Que los parias inunden de miserias los parques? ¿Que un olor a excreta empantane el sendero? ¿Le importará que el sol se refleje en muy pocas sonrisas?
¿Le importará que un caminante reniegue de la luz? ¿Que prefiera finalizar el viaje? ¿Que se convierta en espejo conquistado? ¿Que se esconda en el ropero de las investiduras? ¿Que a partir de ese minuto final adore el triunfo de los ídolos sobre la sangre libre? ¿Le importará que ese caminante olvide ser hombre?
            ¿Habrá algo que le importe?
            ¿Le importará el valor que pueda darle a una orquídea un gigantesco y mofletudo contador de pollos? ¿El valor en pechugas que dará por la lluvia? ¿O los muslos que ofrecerá por una mariposa? ¿O las alas grasosas que pondrá en la balanza por un arco iris? ¿Le importará cuanta carne de pollo, húmeda y llena de hormonas, ofrezca el ogro por el niño que vende tomates bajo la luz del semáforo?
            ¿Le importará lo bello de las primeras lluvias con su olor a polvo asustado y el Sol desmayado en brazos del ocaso? ¿Una hoja cual barquito navegando sobre una corriente y el viento enardecido levantando papalotes? ¿Un talingo azabache picoteando en su jardín y los colores del ave del paraíso que sus ojos no conocen? ¿Le importará la piedra azul del riachuelo y la hiedra que cubre el muro?
            ¿Le importará que la gaviota quiera atrapar al pez que salta entre la espuma? ¿Que vuele sobre las olas? ¿Que aviste la anhelada presa y tras caída libre y letal hinque su pico en la blanca carne? ¿Le importará que el pez, desde el otro abismo, no quiera perdonar a la gaviota?
            ¿Habrá algo que le importe?
¿Le importará que un niño sin papá ni lonchera ni zapatos de fútbol habite una casa donde llueve por igual afuera y adentro? ¿Que después de tantos años de sudores y denuedos el final sea un cartón en la acera abrazando la soledad? ¿Le importará que preocuparse ya pasó de moda?
            ¿Le importará romper su voz en playas indiferentes? ¿Verter sangre en opaco tintero y lavar con lágrimas la carta sin respuesta? ¿Cantar a oídos de poliuretano? ¿Buscar la palabra como única y olvidada raíz? ¿Ensuciar sus sandalias y salir de su cómoda habitación? ¿Le importará convertir en música los signos de interrogación y despertar inquietudes con cada hoja escrita?
            ¿Habrá algo que le importe al poeta? ¿Habrá algo?
            Y si hay algo qué le importe, ¿qué le importará más? ¿La semántica de la palabra llanto o el dolor del que nacen las lágrimas?

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