Niño mío
Que
eres mi cielo
Santificadas
sean tus caricias
Las de
tus manos
Tu
nariz y mejillas
Las
del caminar de tu lengua
Sobre
el prado de mi cuerpo
Hazme
hoy el amor de cada día
No
seas prudente
Ni
comedido
Arriésgate
en las caricias
Descubre
el oasis
Y
siémbrame de gladiolos
Mitiga
mis deseos
Así
como yo ahogo tu fuego
Destella
en mi penumbra
Y no
me dejes caer en la tentación
Mojigata
Cobarde
De amanecer
cada día
Llena
de telarañas
Líbrame
del pudor
Así
sea por las noches
Y también por los días
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